Jimin terminó de comer, se bebió todo el té que le habían dado para que sus dolores se fueran rápido, era algo dulzón y sabía a miel, aunque el olor de plantas nunca se iba.

Probó cada cosa que le llamó la atención, y sinceramente todo estaba delicioso, aunque no se podía comer todo. Al terminar empujó un poco su plato apartándolo de él, en ese momento las tres muchachas se acercaron a él de nuevo.

—¿Está satisfecho alteza? —preguntó Tzuyu y Jimin asintió despacio, estaba lleno, mucho, eso le daba algo de pesadez, quería reposar un rato.

—¿Quiere dar el paseo, o prefiere otra cosa? —esta vez preguntó Hyejin, ella al parecer había notado su flojera, Jimin las miró con una sonrisa, tratando de parecer tranquilo.

—Quisiera leer un rato, me siento cansado como para explorar el palacio —sugirió el menor, y las damas asintieron en acuerdo, era mejor dejar descansar a su alteza.

A diferencia de la ceremonia de bodas, el omega parecía alguien muy amable y vivo. Nada igual al omega de ojos tristes y apagados que pudieron observar esa noche.

—Claro que sí alteza, podemos guiarlo a la biblioteca real y dejarle allí un rato, síganos —Jimin asintió levemente levantándose de la mesa.

Siguió a las chicas por los pasillos de nuevo, nunca paró de sorprenderse por la gran decoración que había en todas partes.

Se detuvieron ante unas enormes puertas, bueno, todo en ese lugar era muy grande, ya debería dejar de sorprenderse por eso, pero no era como si lo pudiera evitar.

—Majestad, usted tiene acceso a todo lo que quiera leer —Sunmi le informó y Jimin abrió los ojos ante los miles, y miles de libros que su vista apenas alcanzaba a ver.

Ese salón podía compararse fácilmente con más de veinte casas de dos pisos, con diez habitaciones, de arriba a bajo. Los estantes llenos de libros eran tan altos, que tenía que alzar la cabeza para mirar en donde terminaban.

—E-Es increíble, son demasiados —Jimin murmuró maravillado, había millones y cientos de miles de libros a los cuales le iba tomar más de una vida leerlos todos.

—En esta biblioteca se han guardado por generaciones todo tipo de información al paso de la historia de éste reino, majestad —Hyejin dijo mientras se acercaba despacio a él, quién seguía mirando todos los libros que podía, con sus ojos brillantes llenos de emoción.

—¿Qué es lo que quiere leer, hay algo en específico que le gustaría? —preguntó Tzuyu, y Jimin lo pensó, aunque ya tenía preparado eso.

—Quisiera leer algo sobre la historia de este reino, como son sus costumbres, aún no las aprendo bien —murmuró con una sonrisa ligera, las damas asintieron y Hyejin se perdió entre los estantes donde estaban los libros.

Jimin caminó entre algunos que estaban cerca, notó un título que decía "Jerarquías: A, B, O", no entendió que significaba eso, y la curiosidad le hizo tomar el libro.

—Majestad, ¿también le interesó leer ese libro?—Sunmi preguntó cuando estuvo a su lado, el menor asintió levemente ante su pregunta, era mejor no preguntarle muchas cosas.

Se dirigieron a un sillón que se miraba muy suave y cómodo, Jimin pudo sentarse, había una pequeña mesa cerca que le serviría para dejar sus libros más tarde. Al poco tiempo Hyejin apareció con un carrito lleno de libros, era increíble su velocidad en eso, pero quizás se debía a que conocía la biblioteca bien.

—Muchas gracias por todo, me gustaría algo de soledad, además ustedes han estado todo el tiempo conmigo y necesitan un descanso también —sugirió con una sonrisa y las damas se vieron entre ellas.

—¿Está seguro majestad? ¿No necesita de algo más? —preguntó Tzuyu, y Jimin negó levemente, no quería que nadie estuviera vigilando las veinticuatro horas todo lo que hacía, además de verdad era necesario un descanso para ellas.

—Yo estaré aquí un buen rato, así que ustedes pueden salir y hacer algo que quieran, no es molestia, en serio —murmuró mirándolas fijamente, a la final ellas se encogieron de hombros, aceptando lo que había dicho.

—Cómo lo diga majestad, entre un rato vendremos y traeremos algo de té y galletas para que su lectura sea más cómoda —informó Hyejin, las tres hicieron una leve reverencia y salieron de la biblioteca, Jimin al fin pudo soltar un fuerte suspiro.

Miró los libros tratando de elegir cual leer primero. Vio el que había tomado primero y se decidió por ese, era mejor que nada.

Al hacerlo miró unas de las primeras páginas, el índice estaba ordenado por: castas, apareamiento, marcas, celos, cachorros, etc. No conocía, ni sabía nada de lo que decía allí, así que lo mejor era empezar por el principio.

Fue hasta el título "Castas", y empezó a leer, devorando letra por letra.

"La casta o jerarquía entre los humanos es esencial. Nadie sabe cuándo fue que empezó o cómo ocurrió, pero después de las apariciones del segundo género el mundo tuvo que adaptarse de nuevo."

Jimin arrugó el entrecejo sin entender absolutamente nada, ¿qué era eso de "segundo género"?, siguió leyendo tratando de no distraerse.

"Las castas fueron clasificadas como alfas, betas y omegas.

Los alfas son caracterizados por ser los más fuertes, dominantes y salvajes de los otros dos. Son ágiles e inteligentes, muy por encima de una persona normal, sus aromas son muy dominantes y territoriales. Los únicos que podrían calmar a un alfa o hacerle entrar en razón en un ataque de ira serían su contra parte, los omegas. Normalmente sus celos vienen cada seis meses a diferencia de los omegas."

Era la segunda vez para Jimin que algo así se mencionaba, "alfas" u "omegas", ¿qué rayos era eso?, sacudió su cabeza tratando de ignorar las preguntas que se hacía y centrarse un poco más en su lectura.

"Los betas son personas normales, carecen de celos, aromas, no se les puede marcar, son prácticamente personas normales, aunque son siempre leales a los alfas y son buena mano de obra."

Eso sonaba a capitalismo corrupto, ¿solo obreros leales?, es un esclavo gratis. Jimin pensó con algo de ironía, y después volvió a su lectura.

"Los omegas, a diferencia de los alfas. Los omegas son suaves, pequeños, delicados por naturaleza, sus aromas son dulces y más calmados que los alfas. No son buenos para las peleas, aún así tienen una excelencia en inteligencia, son persistentes y resistentes a pensar de carecer masa muscular. Ningún beta podría aguantar el celo de un alfa como lo harían ellos. El celo de los omegas llega cada cuatro meses en el año."

Bien, ahora estaba más confundido que antes, ¿celos?, ¿omegas y alfas, betas? En vez de encontrar respuestas estaba peor que si no le hubieran dicho nada. Jimin suspiró buscando otra parte para leer, fue hasta lo de "Apareamiento".

No pudo evitar soltar un chillido cuando encontró dibujos, unos muy buenos dibujos bien redactados del cuerpo humano. Aunque lo malo no era eso, si no que los dibujos hacían cosas vulgares para mayores de edad.

¿Era algún tipo de lectura erótica con ilustraciones? No sabía, pero debía de tener un poco de más cuidado con eso. Suspiró profundamente tratando de calmarse un poco, no era un niño para pensar y avergonzarse de esa forma.

"El apareamiento y marcas, se da cuando un alfa y un omega se casan, en el coito se hace la marca de enlace sobre la glándula de aroma principal para que solo el alfa, o el omega, pueda percibir el aroma de su pareja cuando éste entra en celo.

Las otras personas alrededor no se darían cuenta ya que el aroma mezclado contra su contraparte lo tiene camuflado, aún así, la persona quién ha hecho la marca puede percibir ese aroma aunque sea muy débil.

Las marcas sólo se hacen una vez en la vida y no se pueden revertir, solamente desaparecen cuando la persona que ha hecho la marca muere, aún así, la persona que queda viva sufre el desgarramiento de la pérdida, es doloroso el proceso."

¿Marcas de enlace? Jimin parpadeó un par de veces, no entendía qué eran esas marcas de enlace o donde estaban, ¿él tenía una? Tenía varias marcas en el cuerpo, pero no estaba seguro de cuál sería la marca de "enlace", y además ya estaba "casado", ¿no?

"Para hacer una marca se tiene que morder profundamente la piel donde está la glándula, los dientes del alfa u omega tienen que tocar esa glándula para que la puedan marcar eternamente.

Si no llegasen a tocar la glándula solo sería una marca temporal que desaparecería en unas semanas, y su aroma sería percibido por otros alfa u omegas, aunque muy débilmente, casi como un beta."

—Wow, ¿morder sobre la piel?, ¿qué parte de la piel? —se preguntó en voz alta, tocó varias partes de su cuerpo tratando de encontrar una mordida, hasta que llegó a la zona de su cuello—. ¿Qué es...?

—Majestad, disculpe que le interrumpa, pero le traigo el té y las galletas —Jimin dejó su cuerpo tranquilo y miró como la puerta de la biblioteca se abría, dejando entrar a Sunmi con un carrito.

Sobre el carrito había una bandeja llena de galletas y una tetera, parecía ser de cerámica, muy bien decorada con muchos detalles hermosos.

—No es problema —murmuró el menor como respuesta, cerrando el libro con uno de sus dedos dentro para no perderse y ver a la peli-naranja servir el té.

Ella le sonrió, y un aroma dulce conocido desde no hace mucho llegó a su nariz, ¿sería ella omega?, al recordar todas las cualidades que decía el libro y compararlas con ella, era igual, aroma dulce, facciones delicadas.

Era una omega, ¿él también era un omega entonces, no?, el libro decía que solo los omegas y los alfas podían aparearse, o algo así, eso fue lo que entendió. Pero entonces, ¿qué tenían de especial los omegas, y por qué los hombres podían casarse entre ellos?

—Me retiraré majestad, si necesita algo solo avise —la omega le sonrió con dulzura, dando levemente una reverencia y Jimin solo negó suavemente.

—No necesito nada por el momento Sunmi-ssi —respondió, esperando que el apodo no le fuera a incomodar, ellas eran muy buenas con él y quizás un poco más de amabilidad no era malo.

—Majestad me ha dado un apodo, que bonito —murmuró ella como para sí misma con una sonrisa y un ligero sonrojo de vergüenza, después de eso ella se fue tranquilamente de la biblioteca cerrando la gran puerta tras de sí.

Jimin rió por lo bajo tomando un poco de té, que estaba delicioso, y tomó una galleta para comerla como un roedor, con mordiscos pequeños pero consecutivos. Volvió a su lectura queriendo saber más sobre eso del aroma y las marcas.

"Todo omega y alfa tiene varias glándulas de aroma, pero solo una es la principal. Las primeras glándulas están en los muslos, por la parte interna, las segundas están en las muñecas, son aún un poco más débiles que las otras, y solo se les puede distinguir el aroma si se les muerde levemente.

La glándula principal está en el cuello, justo sobre la nunca, es la glándula encargada de liberar la mayor esencia de cada omega y alfa, solo si se muerde esa se puede crear un enlace permanente..."

—¿Eh? —Jimin parpadeó de nuevo unas cuantas veces y después llevó su mano al cuello, había algo allí, aunque el collar que tenía puesto y la tela del vestido no le dejaban tocar bien, ¿estaba enlazado?

¿Con su supuesto esposo, el mismo que le había destrozado el trasero esa mañana?

—¿Pero qué demonios? —Jimin murmuró cerrando ese cuaderno, ya estaba muy agobiado para seguir leyendo eso, ¿en qué momento había dado su permiso para casarse?

No recordaba nada de nada, no sabía porqué estaba allí, no entendía la razón de su "matrimonio", en realidad, ¿por qué se casó en primer lugar?

Aún seguía la posibilidad de que estaba loco y todo eso podría ser una alucinación, pero no estaba tan loco para crear algo con tantos detalles. Jimin tomó otras galletas y se las comió con algo de ansiedad.

No quería que le diera un ataque de pánico, pero aún así, estaba en un lugar extraño, gente extraña, que aparte de ser hombres y mujeres también tenían eso de "alfa, beta y omega", ¡pero no tenía ni un carajo de idea de qué significaba eso!

—¡Oye, principito! —Jimin parpadeó un par de veces, saliendo de sus pensamientos y mirando al frente, allí estaba una de las razones de sus males—. ¿Estás bien? Estabas murmurando como loco hacía un momento.

Jimin se sonrojó y bajó un poco la cabeza. ¡Debía de hacer algo menos delatador para que nadie se diera cuenta de nada! Alzó de nuevo la vista mirando al rubio apenado.

—L-Lo siento, sé que es algo molesto, es una mala costumbre mía —el menor habló, y el rubio solo le miró con una ceja alzada, se acercó para tomar su rostro y acercarlo al suyo, parecía inspeccionar algo.

—No sabía que tus ojos podían ser tan brillantes, parecen dos esmeraldas bajo la luz del sol —el "alfa", le dijo haciendo que el menor le mirase con curiosidad.

—¿Por qué dices eso? Siempre han sido así —murmuró el pelinegro, sus mejillas estaban siendo apachurradas por el rubio, apretando levemente.

—No es cierto, yo los he visto de otra forma, pero no estoy aquí para eso, ven conmigo, tengo que enseñarte algunas cosas —Jungkook le habló, ayudándole a levantar del sillón, Jimin puso el libro en el carrito y después miró al rubio, éste paseaba sus ojos por todo su cuerpo, aunque no le dijo nada y solo le esperó para salir.

Jimin tenía más curiosidad, quería saber muchas cosas que en ese momento le parecían muy extrañas, sobre todo, quería saber exactamente qué cumple las funciones de los segundos géneros, quizás pueda averiguar eso después.